Los pueblos (anexas) se caracterizan por la vida colectiva, la gestión compartida de los bienes comunes y un verdadero espíritu comunitario. En la aldea de Santana da Azinha, esta relación se expresa en una organización muy particular y homogénea en casi todos los lugares. Hay hornos comunales, fuentes y lavaderos, capillas y algunos monumentos religiosos, todo ello centrado orgánicamente en torno a la iglesia parroquial, que es el centro de la aldea.